A esta parejas de lesbianas les gusta jugar a eso de que una es una perra obediente y la otra su dueña. Cuando están en casa, la sumisa lesbiana, suele llevar el collar de perro y espera ordenes de su dueña. Hoy la lesbiana dominante se ha llevado a su perra a la cocina y no precisamente para comer comida, sino para que le coma el coño y le de buenos lenguetazos en el coño como una buena perra que es.